Ayer España ganó su tercer partido del mundial de fútbol sala ante la República Checa. El marcador final de 4-0 indica que fue un partido cómodo para los españoles, pero los hombres de Venancio López no terminan de ilusionar.
El partido se puso de cara ya que, a los 12 segundos, España se adelantaba en el marcador. La intensidad inicial y el buen trabajo defensivo nos hacían presagiar una goleada escandalosa. Pero esta impresión se fue diluyendo mientras pasaban los minutos de la primera parte. Al término de la misma, España sólo ganaba por 1-0 y la falta de acierto de cara al gol era alarmante.
En la segunda parte, los españoles consiguieron cerrar el partido gracias a dos goles de Marcelo y a una pena máxima transformada por Daniel. Pero la sensación seguía siendo la misma. Lo cierto es que España juega bastante bien, maneja el balón con soltura y se llega a posiciones atacantes con claridad, pero a partir de ahí es donde comienzan los problemas. No hay lucidez a la hora del remate final o de concluir la jugada.
A España sólo le queda un partido en esta fase de grupos ante Uruguay, pero mucho tendrá que mejorar la actual campeona del mundo para meter miedo. Por lo visto hasta el día de hoy, España lo tiene difícil si quiere conseguir el "Maracanazo" venciendo a Brasil en su propia casa. Los brasileños están mostrando un nivel excepcional y en su último partido destrozaron a toda una selección rusa por 7-0. Puede ser que esta expectación que están levantando los brasileños se les vuelva en su contra cuando lleguen los partidos decisivos, pero de momento Brasil está un peldaño, o incluso dos, por encima de España en este mundial.
Foto | Fifa
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1 comentarios:
Buen aporte.
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